sábado, 9 de mayo de 2009

Boleada

Hace mucho, quizá en los años veinte, cuando el uso del calzado se difundió más en México y los huaraches fueron desechados poco a poco en las ciudades Hubo la necesidad de mantener limpio el calzado, para ello se usaba el betún o grasa negra que en la época venía en grandes bolas y es de allí que nace la palabra bolero, el que usa la bola para su oficio. Hay un dato curioso, en Venezuela se dice “no dar bola”, que indica no hacer caso de algo, y esto nace casi igual del término que usamos en México, pues muchos de los atavíos militares eran hechos en cuero, los cuales deberían estar relucientes, y si el militar era de alto rango se le daba bola por parte de un subordinado, si no era tal su rango, simplemente “no se le daba bola”. Hay quien dice que esta frase viene de los billares, pero me quedo con la de los militares.

En todos los jardines principales del Estado de Guanajuato hay un nutrido número de boleros, a pesar de la difusión de los tenis y del uso de cremas sintéticas para limpiar el calzado, no hay nada mejor que traer bien boleados los zapatos luego de irse a dar bola, como en esta escena de Santa Cruz de Juventino Rosas, en donde se ve al bolero en un verdadero acto de limpia botas, en su boleada. Recuerdo a un amigo de Mochis, Sinaloa, que decía “chinola” por decir boleada ¿Chinola? Si, es la mexicanización del “shine” en inglés… insisto, me quedo con la boleada!

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