sábado, 2 de mayo de 2009

A dos de tres caídas: La lucha libre en Puebla.

He tenido la oportunidad de asistir a “Las Luchas”, fui, como todos los que desconocemos lo que son en realidad, pensando en lo que siempre se ha dicho, que es actuado, que es una puesta en escena, que los golpes no son reales, que el espectáculo es “popular”. Luego de ver los primeros golpes que se dieron, algunos de ellos en apariencia estudiados, pensé que era cierto lo oído, pero al ver la primera acrobacia, el primer salto de las cuerdas fuera del ring, a unos dos metros y medio del piso, me di cuenta de que no es nada actuado lo que allí se representa y el espectáculo se vuelve envolvente, especialmente por los gritos nada académicos de las porras, especialmente las rudas, pues sí, como seguramente lo sabrán, las luchas tienen esa dualidad, del enfrentamiento del bien con el mal, de los técnicos con los rudos, solo que aquí, no siempre el bien triunfa, y en ocasiones los rudos ganan.

La lucha libre se consolidó en los años treinta, del pasado siglo, (XX), como espectáculo público plenamente establecido en las principales ciudades del México pos revolucionario y, por supuesto, en la Ciudad de México tuvo su mayor desarrollo. Como industria del espectáculo la lucha libre ofreció a los espectadores de las diferentes clases sociales entretenimiento e imaginerías, a través de representaciones de dramas enfáticamente estigmatizados, un tanto por la influencia teatral. La dualidad, como todo lo mexicano se da claramente representados por personajes con diversos caracteres o roles, los rudos o bad boys vs los técnicos o pretty face, que se encargan de escenificar batallas para el espectador. Datos tomados de "Grandes figuras de la lucha libre", No. 6, Diciembre 2007.

Entretenimiento, espectáculo, artes, deporte, disciplina, fantasía e imágenes en movimiento se encuentran y fusionan en la lucha libre. De relevancia son los primeros grandes ídolos que se crean: Santo, “el enmascarado de plata”, indudablemente el número uno; Blue Demon, Mil Mascaras y Huracán Ramírez, solo por mencionar algunos, aunque desaparecidos, siguen siendo los más conocidos del cuadrilátero.

En las fotos vemos a Toscano, Mascara Dorada y El Sagrado, que son los técnicos, contra los rudos: Black Warrior, Dragón Rojo y Sangre Azteca. Hay otras de Tzuky, Bam Bam y Eléctrico. Hubo un detalle que noté, en cada una de las funciones, había un grupo de europeos, atentos a la parafernalia de los luchadores, capas, máscaras, entradas triunfales y, sobre todo, al ambiente incontrolable de las porras. Así pues, siendo ahora la lucha libre un espectáculo que comienza a llamar la atención más allá de la Mar Océano, quiero dedicar este post a Carlos E., esperando que haya salido bien de su operación y goce de completa salud.






2 comentarios:

  1. EL DICKY

    Te falto el solitario...Huracan Ramirez y otros buenos luchaodres el Matematico...y el rey de la pirueta y la acrobacia el famoso Mistico...bueno...bien didecias..solo era por mencionar algunos...saludos!!

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  2. Me gustó mucho esta entrada, me gusta la lucha libre (sobretodo la mexicana)desde niño y todo lo que le rodea, su historia, sus personajes, las historias y diseños de las máscaras, etc. Y si bien es notable que existe mucho "circo y teatro", también hay que estar concientes que se necesita mucho "don", mucha preparación física y ser muy profesionales para lograr hacer lo que ellos hacen.

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