sábado, 26 de diciembre de 2009

Mextli, el ombligo del mundo en el Zócalo

Indudablemente que el centro del centro es el Zócalo en la ciudad de México, solo que, como tienen instalada la pista de hielo en estos días, evito las fotos de lo que propiamente es el Zócalo. Aquí tenemos la Catedral Metropolitana, aunque digan los de Puebla que es más bella la de allá, esta, la de la foto es la más importante del país. Cortés decide construir un templo católico con los restos del que fuera uno de los templos aztecas ubicados cerca del Templo Mayor, se dice que fue del de Xipe de donde se reciclaron las piedras de uno al otro templo, todo esto tan solo tres años después de la conquista.


Saliendo del caos que es la estación del metro, topamos con una vista impactante de la Catedral, y al salir encontramos el reloj que marca el tiempo que falta para llegar al Bicentenario, algo que, la verdad, desde que se anunció me hizo pensar en que durante el Centenario, don Porfirio Díaz recibió relojes de parte de las colonias extranjeras asentadas en México, como el de los otomanos y otro más por los chinos, ahora dudo que habrá regalos, por lo pronto ya están instalados estos relojes en cada capital de Estado.


Y aquí llegamos al frente de la monumental catedral, algo curioso que llama mi atención es que aquí si borraron el escudo español que originalmente había en el medallón central y aparece un águila imperial, esto a raíz del decreto de quitar de todo edificio público los escudos de España… ¿por qué lo dejarían en Puebla?


Y de que la Catedral impone no hay duda, sus dimensiones son colosales, 59 metros de ancho por 110 de largo y 60 de altura. Toda construida en cantera y revestimientos de todo tipo, mármol, madera, oro, plata, según el lugar al que voltees será el material que encontrarás. El peso debe ser también monumental, razón por la cual se hunde.


Este es el Altar de los Reyes obra, como muchas del período virreinal, un verdadero orgasmo de formas, el barroco en su máxima expresión. En donde entra la duda de las armonías es en los pisos, estos, supongo fueron colocados mucho después, mármoles pulidísimos.


Este es el pasillo central que va del coro al Altar Mayor, dedicado a Nuestra Señora de la Asunción, como toda la Catedral; llama la atención la plomada instalada justo al centro de la cúpula, debido a que me engento con facilidad, no me acerqué a ver que es exactamente lo que marca este peso, supongo el movimiento que ha tenido con el hundimiento el edificio.


El púlpito, labrado en ónix, pieza única en verdad.


Este es el Altar del Perdón, es el que se encuentra a la entrada, después sigue el coro, la plomada, el altar mayor y hasta el fondo el Altar de los Reyes que arriba ya viste, aquí se le llama del perdón precisamente por eso, porque antes se entraba un templo, más aún a una Catedral, a pedir perdón. El Cristo que se ve del lado derecho es el Señor del Veneno, si te interesa su leyenda, al final te daré el enlace para que la leas.


La Catedral ha sido objeto de una profunda remodelación, desde hace muchos años se entraba y se veía una estructura metálica que le ayudó a recuperar su nivel, luego siguieron con la fachada y ahora están ya en los toques finales en la torre poniente, como verás están trabajando en ella. La cruz, supongo que es, la que regularmente se plantaba para determinar el lugar en donde se levantaría el templo principal, esto lo supongo, no lo se a ciencia cierta.


Aquí compruebo que son fotos recientes, la pista de hielo creo que se inauguró ese día o al día siguiente. El monumento es el que marcaba las medidas, no se como funcionó en su momento pero se pueden ver una serie de anotaciones, tales como el nivel del agua en el lago de Texcoco que aún existía en ese tiempo.


Y caminando en rededor de la Catedral encuentro este altar, lo he visto en varios lugares, como es que se levanta un altar exterior precisamente a espaldas del Altar Mayor, si sabes por que se hacía esto, te agradeceré me lo comentes.


Y si, en efecto, es un altar dedicado a la Anima Sola, en la postura típica, implorando perdón mientras es abrasada con el fuego del purgatorio.

Y siguiendo el rodeo llegamos de nuevo al Zócalo, con el Palacio Nacional, espléndido, especialmente con la luz de la tarde que le da una coloración bastante particular.


No podían faltar los concheros que regresan al Templo Mayor a seguir rindiendo culto a las divinidades nahuas.


Y al igual que en cualquier capital europea, los artistas exhibiendo sus habilidades, en este caso, un estudiante de la Esmeralda plasmando una Frida con gises sobre la calle, arte efímero impresionante.


Y enfilamos por la calle de Moneda, creo así se llama y llegamos a lo que fuera el “barrio universitario”, edificios coloniales que sirvieron de salones para la Universidad antes de que inauguraran la Ciudad Universitaria al sur.


Y si, aquí tenemos la placa de cerca, dando fe de la instalación de la Universidad en México.


Se que hay muchas personas que no se atreven ir más allá de este sitio, desde donde está tomada la foto, hace mucho tiempo, era donde se encontraba en exhibición el Calendario Azteca.


Y si, para el oriente es donde encontraremos el barrio de la Merced y todo eso tan particular que en esa zona se encierra, cosa que dejaremos para otro día. Indudable: no hay nada como la Ciudad de México.


Y nos pasamos a retirar, así que con boleto en mano, nos subimos al Metro de volveremos en otro día a explorar un poco más allá del maravilloso Zócalo de la Ciudad de México, el centro de México, Mextli, el “ombligo del mundo”.



Y aquí tienes la leyenda de El Señor del Veneno:


http://elsenordelhospital.blogspot.com/2009/09/el-senor-del-veneno-el-cristo-negro-de.html

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