lunes, 7 de junio de 2010

El mes azteca Etzacualiztli se mantiene vivo en el Corpu Viejo de Temascalcingo, Estado de México

El Jueves de Corpus (3 de Junio, 2010) comenzó en aparente normalidad. El clima en Temascalcingo, aunque decían que hacía calor, más bien era el ideal, ni frío ni caliente. Los puestos estaban ya instalados en rededor del Jardín Principal, fruta, atole, tamales, entre otras cosas, es decir, todo lo que se requiere para un desayuno. Serían algo así como las diez de la mañana cuando comenzó a llegar el primer contingente.


De los cuatro barrios que conforman la población original, se fueron agrupando en sus templos, lo mismo sucedía en los ranchos y comunidades cercanas a Temascalcingo y uno a un fueron llegando, haciendo un extraño ruido, como quejido, como queriendo espantar a la gente. Sus atuendos eran por demás extraños. De pronto daban la sensación de espantapájaros pues iban vestidos con trajes de ixtle, con costales e hilachos. En muchos de ellos colgaban a la espalda toda suerte de objetos, todos viejos, todos oxidados. Latas de aluminio, botellas, huacales con muñecos, con objetos de todo tipo, llevaban ramas también.


No pasó ni un minuto cuando el segundo contingente hizo su entrada, cada uno fue llegando por un lado distinto del atrio, cada uno llegaba formando parte de un extraño desfile que era encabezado por la imagen religiosa venerada en el templo del barrio que les correspondía. La Virgen de los Remedios, la de Guadalupe, Santiago Apóstol, San Judas Tadeo, el Niño de Praga, la Inmaculada, San Miguel, San Pedro y muchas más.


Cada grupo tenía asignado ya su lugar en la Parroquia de San Miguel, donde se concentraron todos, afuera, en el atrio parecía una especie de carnaval, pero, dentro del templo, el olor a copal se fue haciendo más fuerte a medida que llegaban las demás comunidades, pasó poco más de una hora y todo el rededor del Altar Mayor se encontraba ya lleno de imágenes que, en sus palanquines, estaban profusamente adornados. Dulces, frutas y cañas de maíz tierno eran los más usados, definitivamente estaba presenciando un ceremonial que me remitió de inmediato a los adoratorios de Xilonen y Centéotl, una muestra más del sincretismo que vivimos aun hoy día.


En Temascalcingo se revive una antigua tradición que el Calendario Azteca de Fiestas Religiosas marcaba como el sexto mes, denominado Etzalcualiztli, una de las celebraciones que a lo largo del año tenía asignado Tláloc, el dios de la lluvia. Esta fiesta que en esa parte del Estado de México que se haya en las proximidades de Querétaro y Michoacán, está dedicada precisamente para pedir lluvia abundante para tener una buena cosecha. Según lo confirma el historiador jesuita Francisco Javier Clavijero el sexto mes comienza el 6 de junio, coincidiendo, ocasionalmente, con el Jueves de Corpus. Coincidencia aprovechada por los primeros evangelizadores, los Franciscanos, para empatar el Etzalcualitztli con el Jueves de Corpus. (1)


Una vez que se hace la entrada en el templo los “viejos” ataviados con sus extrañas vestimentas hacen la petición de una buena temporada de lluvias, entregan la ofrenda y se retiran. Al entrar todo el grupo lo van haciendo acompañados por un violín y un tambor, oyéndose todo el día, por todo el pueblo la misma melodía.


En el atrio la fiesta sigue, los grupos bailan y bailan, van de un lado a otro y llega el momento que se ofrece la comida, parte del ceremonial, parte del ritual que, así como fue establecido hace varios siglos por los antiguos mexicanos, se sigue realizando puntualmente dos semanas antes de solsticio de verano. Indudablemente que la precisión cósmica fue bien conocida por nuestros más remotos ancestros.


Encontramos en el libro Historia general de las cosas de la Nueva España, del franciscano Fray Bernardino de Sahagún, que entre los años de 1540 y 1585 escribió y que también es denominado Códice Florentino, en el Capítulo 6, que a continuación transcribo en la forma tal cual se redactó que:


”Al sexto mes llamavan etzalcualiztli. En el primero día de este mes hazían fiesta a los dioses de la pluvia; a honra de estos dioses ayunavan los sacerdotes de estos dioses cuatro días antes de llegar a su fiesta, que son los cuatro postreros días del mes pasado.


Etzalcualiztli



Para la celebración de esta fiesta los sátrapas de los ídolos y sus ministros ivan por junças a Citlaltépec, que se hazen muy grandes y muy hermosas en un agua que se llama Temilco; de allí las traían a México para adornar los cues; por el camino donde venían nadie parecía; todos los caminantes se abscondían de miedo de ellos, y si con alguno encontravan, tomávanle cuanto traía hasta dexalle en pelo, y si se defendía, maltratávanle de tal manera que le dexavan por muerto. Y aunque llevasse el tributo para Motecuçoma se le tomavan; y por esto ninguna pena les davan, porque por ser ministros de los ídolos tenían libertad para hazer estas cosas y otras peores sin pena ninguna. Otras muchas cerimonias hazían los sátrapas del templo en estos cuatro días que están a la larga puestas en la historia de esta fiesta.


Allegada la fiesta de etzalcualiztli, todos hazían una manera de puchas o poleadas que se llama etzalli -comida delicada a su gusto-; todos comían en su casa y davan a los que venían, y hazían mil locuras en este día.


En esta mesma fiesta, a los ministros de los ídolos que havían hecho algún defecto en el servicio de ellos, castigávanlos terriblemente en el agua de la laguna, tanto que los dexavan por muertos, y assí los dexavan allí a la orilla del agua. De allí los tomavan sus padres o parientes y los llevavan a sus casas medio muertos.


En este mismo mes matavan muchos cativos y otros esclavos, compuestos con los ornamentos de estos dioses llamados tlaloques, por cuya honra los matavan en su mismo cu. Los coraçones de estos que matavan ívanlos a echar en el remolino o sumidero de la laguna de México, que entonces se vía claramente; otras muchas cerimonias se hazían. (2)
















Recuerda que estamos en la semana del 2x1 en El Bable, esta tarde habrá otro artículo (post) más.


Fuentes:


1.- Clavijero, Francisco Javier. Historia Antigua de México. Editorial Porrúa. México, 1974.


2.- Sahagún, Bernardino. Historia general de las cosas de la Nueva España. Capitulo VI en libro virtual, publicado por la Junta de Castilla y León, España.

http://www.artehistoria.jcyl.es/cronicas/contextos/11500.htm



2 comentarios:

  1. Gracias por estas fascinantes fotos!
    Me alegro de haber encontrado su sitio. La familia de mis esposo viene de cerca de ahi. No imaginé la rica tradición que siga. Qué maravilloso.
    Gracias.

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  2. meda mucho gusto y orgullo ser de san francisco solis pueblo donde se se sige la tradicion de corpus cristi para mi que cresi ahi es algo facinante ya que todo lo quesinifica latrdicion
    es fuente de nuestrariqueza etnica

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