jueves, 9 de febrero de 2012

La Plaza de Santo Domingo, punto inicial del Camino Real de Tierra Adentro.

Todo en esta vida tiene un punto de inicio y un punto final, es así como, al ubicarnos en la Plaza de Santo Domingo en el centro histórico de la Ciudad de México, a tan solo tres cuadras al nor-poniente del Zócalo, llegamos a lo que era considerado el punto de partida del Camino Real de Tierra Adentro, algo así como el kilómetro cero, que más bien sería la Legua Cero, de los más de 2,500 kilómetros que separaban a la capital del virreinato de la Nueva España con Santa Fe en el Nuevo México.

Según marcaba la tradición del siglo XVI a la entrada de las poblaciones se construía un humilladero, que era una enorme cruz de piedra, algo similar a una Cruz Atrial, para que allí se pidieran las bendiciones y protecciones necesarias para iniciar el largo y, a veces, tortuoso y peligroso camino. Así mismo se agradecía el haber llegado con bien desde el "bárbaro norte" o del Gran Tunal, como se le llamaba a la región de los Chichimecas que era en donde más atracos y asesinatos se daban. Todo esto, sea a la llegada que a la salida de la ciudad de México se hacía de rodillas, razón por la cual se les conocía como los Humilladeros.

Pero yo no vi ni he leído algo que mencione al Humilladero que supongo había en la Plaza de Santo Domingo, me quedaré con la duda de que si existió o no. Viendo hacia el oriente de la Plaza encontramos lo que fuera la Aduana de Santo Domingo, seguramente la más importante de la Nueva España, considerando que desde entonces la burocracia comenzó a enraizar profundamente en nuestro país. Al centro, en la parte alta del edificio está este altorrelieve que nos muestra a San José. La pregunta es por qué a San José y no a San Cristóbal que es el patrono de los viajeros; la respuesta es fácil: porque San José era el Santo Patrono General de la Ciudad de México.

En ese edificio de la Aduana, que abarca toda una cuadra, encuentro un par de detalles muy interesantes, ambos idénticos localizados a cada lado del edificio, se trata del escudo nacional, del primero que hubo, cuando el águila se mostraba de frente y con las alas abiertas. No dudo que antes de la Independencia en estos puntos se encontraban los dos escudos que de España había, el del Plus Ultra con las posesiones de ultramar, donde se presentaban las columnas de Hércules y el de la Corona Española, ese donde se integraban todos los reinos (Castilla, León, Granada, Valencia, etc). Recordemos que uno de los primeros decretos que se dieron fue, luego de la Consumación de la Independencia, aquel que ordenaba retirar todos los escudos españoles de los edificios públicos. Por cierto, en la lejana península de Baja California nunca se enteraron de esa disposición y aun hoy día podemos ver esos escudos, en la Misión de San Ignacio.

Esto que vemos es la primera calle que actualmente se llama Belisario Domínguez; notamos en el centro a la izquierda "la esquina chata", que es el edificio de la Santa Inquisición. Te darás cuenta que está en estos días bajo una remodelación, con una especie de concreto hidráulico, quizá era por aquí que las Diligencias partían hacia el norte, pasarían por los rumbos de Tacuba, Atzcapozalco, Lechería y Cuautitlán, para luego seguir por Tepeji, Soyaniquilpan, muy cerca de Jilotepec, para llegar al muy emblemático sitio de Arroyozarco y Aculco, hasta allí los pasajeros irían medianamente protegidos.

Son cuatro siglos y medio los que nos separan del inicio de la construcción del Camino Real de Tierra Adentro. El panorama que ahora tenemos es uno que dista, en mucho, de aquello que vieron los primeros viajantes. Por ejemplo, esto que vemos es la torre del Templo de Santo Domingo que con un cierta timidez, diría yo, sale dentro de los edificios modernos que se levantan apenas a una cuadra de distancia de la Plaza. Estamos en la hoy llamada Calle de Palma.

Y precisamente allí en Palma captamos esta escena que más actual no puede ser. Luego del gigantesco problema que se generó con el cierre de los tiraderos de basura, ya saturados, en la zona oriente de la ciudad... según el Canal de las Estrellas la ciudad estaba cubierta de basura, bueno, yo no vi tal cosa por los rumbos de Santo Domingo, pero si vi estos contenedores y una abrumadora faena de los trabajadores de limpia. Me recuerdo que el problema de basura en el virreinato era otro, y más desagradable, cuando los perros, cerdos, caballos, burros, y de vez en vez humanos, defecaban en las calles y no había aun drenajes... eso si que era un problema... recordemos aquello del "aguas".

Algo tenebroso y de mucho respeto, o mejor dicho, de mucho miedo y temor habrá sido, (me imagino), andar por estos rumbos ya que eso que vemos de intenso color fue en su momento el Convento Dominico, y en la acera de enfrente estaba la sede de la Santa Inquisición, el "Big Brother" Novohispano...

Estamos ahora en la parte poniente del Templo de Santo Domingo en una callecita, mitad peatonal, mitad estacionamiento, que se llama Lavalle, aquí vemos a la izquierda un portal que nos remite, especialmente luego de la lluvia, a un montón de años atrás, ese portal es una extensión de los "Evangelistas" y algo que me llama mucho la atención es la fuente.

Me atrevería a decir que, luego de la Consumación de la Independencia el Humilladero (insisto en decir que tal vez allí se ubicaba uno), fue sustituido por esta columna coronada por un escudo nacional: la razón que tengo es debido a que este no era su sitio original, pues se encontraba a unos cien o doscientos metros de allí justo al centro de la Plaza de Santo Domingo y si aunamos a esto la retirada de los escudos españoles hace sentido mi teoría.

Vi una vez una fotografía de Desiré Charnay (1860) en donde aparece este monumento, localizado al centro de la plaza, luego fue removido en 1890 cuando colocaron la escultura de Alciati en donde vemos a Josefa Ortíz de Domínguez, la Corregidora, no sé si fue entonces que recorrieron esta columna a donde la vemos en la actualidad, pero, perdón por insistir, se me hace que el objetivo fue sustituir la cruz del humilladero. No creo que lo colocarían 85 kilómetros (20 leguas) más al norte en Dendho.

Este es el portal a un costado del templo de Santo Domingo, en la calle de Lavalle, cuando caminaba por allí salió un melancólico sonido de un violín, fue algo estremecedor y de gran belleza... y sale una pregunta más, esa de que por qué se le llamaba portal de los Evangelistas al portal poniente de la Plaza de Santo Domingo...

el cual es precisamente éste. Pues bien, como los Evangelistas que conocemos, son aquellos que escribieron precisamente los Evangelios, había la idea hace casi dos siglos de que, como quienes se colocaban allí para ofrecer sus servicios eran quienes sabían escribir, eran ellos los que redactaban las cartas para ser enviadas a sus destinos, y esto también hace sentido, considerando que de allí partían las Diligencias hacia el norte, seguramente en una de ellas iban las Postas, es decir, la bolsa con las cartas que se repartirían a lo largo del camino.

Y el toque de modernidad lo encontramos en estas esculturas/muebles urbanos que decoran los más insólitos sitios del centro histórico de la ciudad de México... el que vemos está en la Plaza 23 de Mayo que no es otra cosa que lo qué fue en su momento el atrio del Templo de Santo Domingo. Si piensas ir a recorrer la zona, aquí encontrarás un mapa bastante explicativo de las maravillas que allí se guardan.

Ahora vemos la calle de Luis González Obregón, tal vez por allí continuaba el Camino Real, para seguir hacia el Pacífico o al Golfo, es decir a Veracruz o Acapulco, pero esa es una ruta que desconozco... lo que vemos creo es lo que fue el colegio y el templo de la Enseñanza. O será el templo de Santa Catalina de Siena? No lo sé, lo que sí afirmo es que el Camino Real de Tierra Adentro es algo que encierra tal cantidad de cosas que simple y sencillamente es, además, encantadoramente abrumador...

Creo que esta foto es contundente, de 1879; vemos la Plaza de Santo Domingo, con carretas y muchos cajas apiladas... esto me hace pensar que, efectivamente, este era el punto de partida.

2 comentarios:

  1. Fasciante !... ¿no has pensado publicar algún tipo de libro de viajero? o mejor aún ¿uno de memorias?
    Saludos..

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  2. y como se podria publicar un libro :S ??

    felicitaciones amigo...que hermosas historias de viajes...

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