lunes, 7 de enero de 2013

Don Lucas López de Fonseca, benefactor de Teocaltiche.

 Estamos en el templo de Jesús Nazareno en Teocaltiche, su fachada no nos dice mucho, es más bien sencilla, al entrar vemos varias piezas de arte, un retablo dorado en donde se incluye la catequesis gráfica de la pasión y muerte de Nuestro Señor, en la sacristía vemos algunas pinturas interesantes, una de ellas de gran mérito, como lo es este San Antonio de Padua, mandado a hacer quizá, en memoria de don Antonio de Parga y Ulloa. Estamos en un recinto que guarda un testimonio de lo que era la vida de los acaudalados del siglo XVIII en la Nueva España, para ello es bueno saber que fue don Lucas López de Fonseca quien mandó construir este santuario. Nos apoyamos en el estupendo trabajo de la historiadora Beatriz Rojas:

 "El inventario de la hacienda de Pabellón del año de 1762 nos muestra también cómo el trabajo y la organización transformaban el campo. Esta finca, localizada al borde del del camino de Aguascalientes a Zacatecas, se consolidó por las mercedes y reconocimientos que tuvo en 1696, cuando aun pertenecía a don Juan de Peña, importante minero de Zacatecas, dueño del tiro de Gordojuelo. Pero su forjador fue don Lucas López de Fonseca, un madrileño nacido hacia 1690, que llegó muy joven a Teocaltiche amparado por don Antonio de Parga y Ulloa, corregidor de ese pueblo y después alcalde mayor de Aguascalientes.

 "Don Lucas se dedicó al comercio hasta que en 1718 se casó con doña Josefa de Serrano y Aguayo, viuda del dueño de la hacienda de Pabellón. Al poco tiempo el joven madrileño enviudó, heredando una de las haciendas más importantes de la alcaldía de Aguascalientes. El origen de ésta hacienda vendría de unas primeras mercedes concedidas en 1597 y 1601 a don Alonso de Estrada Altamirano. En 1644 don Cristóbal de la Torre confirmó estos sitios y otros más a un capitán de caballos Joseph de la Peña Durán, quien en 1696 por orden de la Audiencia midió las tierras realengas que se encontraban en esta hacienda. En esta ocasión Pabellón añadió nueve sitios de ganado mayor, pagando una composición de 30 pesos por cada sitio.

"En 1735 don Lucas López de Fonseca procedió a una nueva medida, en la cual aparecía ya como propietario de la Hacienda del Espíritu Santo  localizada en el distrito de Pinos. A la primera se le confirmaron 24 sitos con 13 caballerías y a la segunda 32 sitios. Don Lucas efectuó en 1760 una nueva medida para proteger sus linderos, al encontrar que por varios lados se le estaban metiendo. De la cual surgieron varios litigios, entre ellos uno con Chichimeco, otro con el pueblo de indios de San José de Gracia y con tierras de la Hacienda de Paredes.

 "En 1763 don Lucas murió sin herederos directos, ya que con doña Josefa no tuvo hijos y nunca se volvió a casar. Los beneficiarios de sus bienes fueron: el convento de carmelitas de Teocaltiche y don Miguel Urruchua, un peninsular que le había servido durante años de administrador, cuya familia se había vuelto suya" (1)

 "Archivo Histórico del Estado de Aguascalientes. - Protocolos Manuel Rafael de Aguilera: 27 de septiembre de 1762. Testamento de don Lucas López de Fonseca e inventario de San Blas de Pabellón. Las cargas de esta hacienda proceden en gran parte de la fundación de 40,000 pesos que don Lucas hizo a favor del Santuario de Jesús Nazareno en Teocaltiche." (2)

Si no conoces esta parte de la región de los Altos de Jalisco te parecerá extraño que un personaje de Teocaltiche haga su fortuna, de tal dimensión como para construir un templo a todo lujo y, además, conseguir del Obispo una autonomía tal que tuvieron que pasar muchos años para que se integrara a la administración de la diócesis. Hay que tener en cuenta que Teocaltiche era la ciudad más poblada en ese Camino Real "el más llano" entre Guadalajara y Zacatecas, de allí era de donde muchos de los insumos para las minas zacatecanos eran proveídos y, al ver el mapa, constatamos que la Hacienda del Pabellón de San Blas, no está tan retirada de Teocaltiche... unas 22 leguas aproximadamente.

 Al recorrer el templo me comentaron que este era el punto en donde se efectuaban los exorcismos... cosa un poco extraña de la cual nunca había oído de que se diseñara un círculo con una cruz central para tal fin. Averiguando, encuentro la razón por la cual ese comentario: "Consternado por semejante acontecimiento, la gente se levanta de sus asientos, y es conducida a la última estación, en la que se escenifica un texto de Arturo Esquivel de Santos, basado en una leyenda de Teocaltiche. Se trata de la historia del padre Lucas López Fonseca, que era exorcista, y que al morir es enterrado en las catacumbas de un templo. Su espíritu se aparece a otro sacerdote, también exorcista, para pedirle que saque sus restos de ahí, porque los demonios lo atormentan, y los lleve a un panteón". (3)

Quizá esta leyenda se haya basado en el cargo que ostentaba don Lucas, según documentos de 1746-1749, como Comisario del Santo Oficio. Pero, entendamos muy bien las cosas, el ser comisario no implica organizar exorcismos y quemas en leña verde en infieles, sino de cobrar los prestamos con sus altos intereses o incautar los bienes que la Iglesia reclamaba ante la falta de pago... pues durante la época virreinal, la Santa Iglesia Católica fungía, entre otras cosas, funcionaba como la Banca Privada Mexicana.

En la sacristía existe este lienzo de enorme dimensión, un manejo del claro oscuro propio de la influencia de Rubens cuyas copias llegaron a México y de las que muchos pintores se basaron para desarrollar las obras que por encargo hacían los benefactores de los templos. ¿Será acaso este lienzo uno de los misteriosos Rubens que llegaron a los Altos de Jalisco?

 Esta campana no está castigada, está quebrada, razón por la cual se mantiene en una de las capillas del templo. Y mira este detalle, en la siguiente fotografía, en la que comprueba la separación por masculinos y femeninos que existió durante siglos en la Iglesia Católica. Verás en la parte alta los anagramas: María, a la derecha; Jesús, en este caso IHS, al centro; José, a la izquierda.


Fuentes:

1.- Rojas, Beatriz. Las instituciones de gobierno y la élite local. Aguascalientes del siglo XVII hasta la Independencia. El Colegio de Michoacán. Zamora, 1998.

2.- Citado por Rojas, Beatriz.

3.- Sitio electrónico Crisol Popular.

3 comentarios:

  1. Qué afortunado por visitar tantos lugares así, tomar su esencia y luego compartirla por aquí.

    ResponderEliminar
  2. Solo un comentario, lo de los exorcismos es completamente falso, es una especie de leyenda local auspiciado por algunos laicos que cuidan el santuario pero nada de histórico existe en ello.

    ResponderEliminar
  3. en este santuario se oficiaban las festividades a la virgen de los dolores ( se encuentra en el retablo ), a jesus nazareno y a san antonio de padua.

    ResponderEliminar