martes, 12 de febrero de 2013

Torito: El carnaval en Tarímbaro, Michoacán.

    Sobre los Toritos de Carrizo oí por primera vez cuando fui a Charo, luego supe que también en Tarímbaro, ambos pueblos en el estado de Michoacán, eran los lugares donde se celebraba el Carnaval con estas singulares elaboraciones que, partiendo de un toro tradicional, como ese que hay con fuegos artificiales, que en estas comunidades elaboran de manera espectacular saliendo del lomo del toro un montaje monumental que, de acuerdo al tema seleccionado, se van realizando estos despegados multicolores.

    Y aquí tienes apenas una pequeña muestra de lo que son los Toritos, algo que tienes que ver para creer. Pero vamos por partes, la historia comienza más o menos así. Recuerda que estamos en el tercer día de mi "tirada a perder" del 2013.

    Tarímbaro se encuentra a unos 12 kilómetros al norte de Morelia, hay servicio de autobús suburbano, tan solo 8 pesos; la parada está en el jardín del templo de San José. Así que, para allá nos dirigimos. El pueblo estaba bloqueado totalmente, pues, a medida que pasa el tiempo es más y más gente la que llega a esta celebración de Carnaval.

    Por lo tanto el acceso normal hasta la plaza principal, que es donde está el convento franciscano del siglo XVI, dedicado a San Miguel Arcángel, estaba cerrado, como quiera, el autobús paró a unas cuatro cuadras, de las cortas; se notaba que esta fiesta va para largo y a lo grande.

    Como toda festividad carnavalesca, se incluye en la parafernalia las máscaras, el confeti, los huevos rellenos de confeti, no se si de harina también, (creo que no, al menos no vi harina tirada por ningún lado) y, claro es, no hay fiesta sin comida...

    La cual, estando en Michoacán, tierra de las mejores carnitas, eso es precisamente lo que encontramos en cada esquina, un cazo de los de cobre, que son los meros buenos para prepararlas y, por kilos, medios y cuartos, a comer se ha dicho...

    Y llegamos al punto central de la festividad: la plaza central, en cuyo rededor irán pasando estas comparsas que acompañan a cada uno de los Toritos que se presentan. Me comentan que serán tres, cada uno de un color específico, representando a uno de los tres barrios del pueblo. ¿Tres? sí, aunque eso rompe la regla de los antiguos mexicanos que marcaban siempre cuatro barrios...

    Y, como el tema del Carnaval, es la Mitología Griega, pues aquí tenemos las manifestaciones propias del Egeo y del Jónico... al que vemos es la representación de Poseidón con sus nereidas y demás...

    Los vendedores ambulantes eran muchos, una de las cosas que vendían era esta curiosa artesanía, muy colorida, que representa precisamente a un Torito en miniatura, con estas palabras, torito y miniatura, y el tema del Carnaval de la Mitología Griega, me viene la idea del Minotauro.

    Sabemos de sobra que no hay fiesta en la que no haya música, y aquí eso era lo que había...

    Una de las cosas que suelo hacer en este tipo de fiestas es integrarme al contingente, especialmente a los músicos, hay algo que me electriza con esa música, por eso me le pego a las percusiones...

    A esto yo le llamo ponerle enjundia por parte del músico.

    Una docena de barras de hielo... si te preguntas que para qué tanto, la respuesta es sencilla, para medianamente satisfacer la demanda de los montones de puestos de cervezas y micheladas que estaban colocados por todos lados.

    Además de Carnitas y cervezas, lo que había era fruta, las que están en los vasos son nances.

    El Carnaval ya comenzó, el desfile también, aparece Aquiles en escena...

    Y salen las cámaras...

    Y la vendimia no para...

    Y las cervezas estaban ya frías....

    Y todos en sus puestos...

    Y brincos y bailes, y gritos, y empujones, y aparece este joven con esas bengalas o no se que sean, que casi nubla toda la calle...
    Y los vendedores se mueven con todo y mesa para dar paso a los Toritos...

    Y la gente de cada barrio acompañando junto con los músicos a su Torito...

    Y el calor arreciaba y el cielo totalmente despejado que una de las cosas que más se vendieron, además de las cervezas, fueron los sombreros...

    Y, ahora sí, salen los Toritos, va el primero: el del Barrio de la Cruz, su color es amarillo... aunque el Torito estaba recubierto de espejos.







    Y sale el segundo, el Torito rojo, el del Barrio de San Marcos.






    Y ahora llega el tercero, el Torito negro, el del Barrio de la Doctrina...






    Y yo mejor me regreso a Morelia, esta fiesta se ve que va para largo, con su respectivo baile y con tal cantidad de cervezas que vi, bien me puedo imaginar que esto terminará hasta muy entrada la noche...

   La historia del Torito y de como fue que llegó a esta parte de México te la había contado hace tiempo, la puedes ver aquí.

1 comentario:

  1. Cuánto material en todos sentidos encuentras a tu paso o te propones hallar para convertirlo en una entrega más de este viaje en el que te vamos siguiendo.
    Debes tener los sentidos colmados de emociones!
    Qué suerte!

    ResponderEliminar