jueves, 18 de septiembre de 2014

El templo del convento de San Francisco en proceso de rescate. Tepeaca, Puebla.

   Las fotografías que ahora te comparto las tomé en el mes de Enero de 2014 en el pueblo de Tepeaca, Puebla.Llegué allí atraído por una vieja fotografía en donde se apreciaba todo el convento franciscano, y lo que más llamó mi atención eran los remates que el edificio mostraba. Luego de buscar un hotel, descansar un poco y comer, comencé a caminar por el centro del pueblo el cual cuenta con una serie de construcciones sorprendentes que nos marcan que fue aquí una de las primeras fundaciones españolas en México. El "rollo", que parece ser una copia de la Torre de Oro de Sevilla domina la enorme plaza principal. En una de las esquinas se levanta una de las muchas casas que Hernán Cortés tenía en la Nueva España, el templo en done se rinde culto al Niño Doctor es el actual imán que atrae cientos de visitantes y de su conjunto conventual podemos decir que es una auténtica maravilla.

   No sé si será para bien, o para mal, que tengamos un pasado cultural y artístico tan abundante y rico, lo digo porque pensaba encontrar este magnífico recinto rodeado de un parque y destacando el templo y el convento en la población, pero no fue así. Como en tantos otros lugares de México, el rededor del espacio que ocupaba originalmente el convento, en donde seguramente estuvo el huerto, los baños, el cementerio y demás posesiones conventuales, están invadidas, no de ahora, sino desde hace muchos años. Quizá desde la exclaustración a raíz de las Leyes de Reforma, como quiera, el templo sobresale en toda su magnificencia entre docenas de construcciones que lo rodea.

   Desde este lado, que es el poniente, vemos un chacuaco, una chimenea, quizá era parte de las antiguas posesiones franciscanas, notarás que hay andamios frente a la fachada principal del templo.

   Esta es la parte oriente, alcanzamos a ver, arriba de la pared que anuncia la estética y los sanitarios, que era la barda perimetral del convento, ahora ya dividida y subdividida en su totalidad, pues solo se conservan dos accesos al recinto, la puerta principal que da al lado sur y la lateral al poniente.

   Estos son los remates que, te decía, llamaron mi atención en una de las primeras fotografías que vi de Tepeaca, en la actualidad el templo ha sido rescatado y me tocó ver los trabajos de pintura exterior que el INAH ejecutaba, actualmente debe de estar ya totalmente terminada la restauración.

   "Tepeaca, como muchos otros pueblos, fue trasladado por los frailes del sitio prehispánico que ocupaba en la primera evangelización. El pueblo, originalmente de indígenas, fue fundado por Cortés en 1521 con categoría de ciudad española y bajo el nombre de Segura de la Frontera. Sin embargo, para 1527, la población se había desapachado para Oaxaca, y el pueblo estaba casi abandonado. Los pocos habitantes que quedaron asistían a los servicios a Huejotzingo o los frailes de aquel establecimiento venían a Tepeaca. Esta situación continuó hasta 1529, cuando Mendieta nos habla de "una capilla a donde los frailes cuando allá iban decían misa". Posteriormente se construyó una estuctura permanente, ya que la Historia tolteca-chichimeca habla de la consagración de una iglesia dedica a San Francisco en 1535.

   "Sabemos, además, gracias a los Anales de Tecamachalco, que el fraile Juan de Rivas se estableció en Tepeaca en 1530; y en 1532 llegó a ser guardián del establecimiento original, que estaba en la cima de la colina próxima al sitio actual. El desplazamiento a a planicie se efectuó en 1543, de acuerdo a un informante de 1580, que señala que los indígenas obedecieron órdenes imperiales. Probablemente el motivo fue la falta de agua en el sitio anterior. En 1549, el establecimiento recibió el rango y título de ciudad. En 1553, los indígenas seguían construyendo el Convento, y la empresa fue tan ardua para ellos que les redujeron los tributos. En 1558 los frailes proveyeron a la ciudad de agua traída por canales desde las colinas de Acatzingo.

   "Vetancurt dice que la iglesia, a diferencia de otras, tuvo el privilegio de recibir la consagración episcopal por parte del obispo de Tlaxcala, Martín de Hojacastro Sarmiento, quien ocupó la sede de 1546 a 1558 Villaseñor, que escribiera en 1746, dice: "cuenta de su dedicación más de doscientos años", por lo que habría que fechar la ceremonia antes de 1546. El convento estaba todavía en construcción hacia 1553. De cualquier forma para 1580 el establecimiento ya estaba concluido, pues la Relación geográfica de esa fecha habla en detalle de la gran iglesia y el convento. Asimismo, Ponce no tuvo ninguna duda con respecto al estado de terminación del edificio.

   "De acuerdo con la inscripción del siglo XVIII sobre Tepeaca interpreta sus formas como resultado de las necesidades militares "concluido en el año de 1539... construidas muchas de sus gruesas paredes en disposición de andarse interiormente, como porque en la elevación del templo se presentan tres ofensivas... en otro tiempo fue Casa de estudio..." (1)

   Esta que vemos ahora es la portería del convento y la capilla, al convento no tuve acceso debido a que continua estando en uso, al parecer allí se realizan Ejercicios Espirituales con cierta frecuencia. Las siguientes fotografías te darán una idea de la magnificencia de la portada del templo que ahora está totalmente rescatada, en un artículo por separado veremos las pocas tomas que logré en el interior antes de ser notificado de que está prohibido fotografiar allí.
























   Esta fue la última fotografía que tomé en Tepeaca, que fue el 31 de enero de 2014, la restauración iba muy avanzada, en este enlace hay una toma hecha antes de que comenzaran la intervención.


Fuente:

Kuber, George. Arquitectura mexicana del siglo XVI. FCE. México, 1983.

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