sábado, 22 de julio de 2017

El panteón de San Rafael en San Miguel de Allende, Guanajuato

   Decir que visité este panteón no es del todo preciso, pasé frente a él y como está cerrado (no sé si exista un horario determinado para entrar) solamente alcancé a ver lo que desde la puerta me fue posible. Se dice que fue fundado en 1770, por el tipo de tumbas deducimos que estaba reservado a personas de caudal, más aun considerando que la entonces villa fue azotada, al igual que todo el Bajío por una epidemia en el llamado "año del hambre" que comenzó en el último trimestre de 1785 y concluyó un año después, en 1786.

   El cementerio estaba dentro de la propiedad de la orden hospitalaria de San Juan de Dios. "La Orden Hospitalaria de San Juan de Dios (en latín Ordo Hospitalarius Sancti Ioannis de Deo) es una orden mendicante, de confesionalidad católica, dedicada a actividades sin ánimo de lucro dentro del ámbito socio-sanitario en todo el mundo. Fue fundada en 1572 por discípulos de san Juan de Dios. Sus miembros son conocidos como juaninos, juandedianos, hermanos hospitalarios ó hermanos de San Juan". (Wikipedia)




LOS HERMANOS DE SAN JUAN

  Los Hermanos de San Juan de Dios vinieron a la Nueva España a principios del siglo XVII, a solicitud del virrey Juan de Mendoza Luna, marqués de Montesclaros. Constituyeron la provincia del Espíritu Santo, que comprendía Nueva España, Nueva Galicia, Guatemala, Nicaragua, Yucatán, Filipinas y las islas de Barlovento, con sede en la ciudad de México, único sitio donde fundaron convento, pues en los demás donde trabajaron lo hicieron sólo para curar a los enfermos. Los hospitales que atendieron fueron de tres tipos: los dotados por la Real Hacienda, los fundados por ciudades o particulares que después obtuvieron el auxilio de la Corona, y los de esta clase que no solicitaron ayudas oficiales.

  La primera institución que recibieron los Hermanos Juaninos fue el hospital de Nuestra Señora de los Desamparados, en 1604, que con la ayuda económica de Francisco Sáenz convirtieron en el de San Juan de Dios, con amplias instalaciones para hombres y mujeres, y magnífica iglesia, unas y otra reconstruidas a principios del siglo XVIII gracias a los esfuerzos del visitador fray Francisco de Barradas. El edificio se incendió el 1º de marzo de 1776, pero fue pronto reparado. La institución se mantuvo con limosnas y donaciones. A fines del siglo XVIII, 56 religiosos y novicios atendían a 3 900 enfermos al año. En 1820, al suprimirse las órdenes hospitalarias, se instalaron en él las monjas de la Enseñanza de Indias; fue después nosocomio de las hermanas de la Caridad y en 1865 el Imperio lo destinó a las mujeres públicas, hasta que en 1968 se alojó ahí una exposición permanente de artesanías.

  La expansión de los juaninos fue de la mayor importancia. Sucesivamente se fueron haciendo cargo de los siguientes hospitales en las ciudades y fechas que se indican: de la Purísima Concepción, en Colima (1605); de Nuestra Señora de la Veracruz o San Juan Bautista, en Zacatecas (hacia 1610); de la Santa Veracruz o Real de San Cosme y San Damián, en Durango (1610); Real de Nuestra Señora de la Concepción, en Orizaba (hacia 1619); de San Juan de Dios, en San Juan del Río (1661); del mismo nombre, en Mazapil (hacia 1671); de San José o San Juan de Dios, en Aguascalientes (1686); de la Limpia Concepción o San Juan de Dios, en Parral (1687); de Nuestra Señora de Guadalupe, en Toluca (1695); de Santa Catarina Mártir o San Juan de Dios, en Oaxaca (1702); de Nuestra Señora de la Caridad, en San Cristóbal las Casas (1712); de Nuestra Señora de Guadalupe, en Pachuca (1725); de San Juan de Dios, en Tehuacán (1744), y de Nuestra Señora de los Dolores, en Izúcar (1748).

Texto sintético obtenido de una conferencia preparada por Luis G. Pérez de León Rivero de la Academia de Hernán Cortés, en el Real Club España de la ciudad de México en el año de 2002, para su difusión en diversos grupos culturales. (El texto lo obtuve en la página Hispanismo.org)

  Nunca había reparado en datos sobre los Juaninos y, más aun, no conocía su escudo. Me parece sumamente interesante dado que San Juan de Dios vivió en Granada, España, sitio en el que crea el primer hospital, luego se convertiría en la semilla de la orden. Esto lo vemos reflejado en su símbolo, que es precisamente una granada. Recordando que en muchos templos de México, especialmente los construidos en la primera mitad del XVIII veremos entre los adornos a esta fruta, la cual representa el Amor Divino... de ello hablaremos en otra ocasión.

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